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Foto del escritorRagnar Conde

"FLOW": El cantante en busca de su felicidad.


Recuerdo una clase de canto en la que yo acompañaba al piano a una de mis mejores alumnas para que Janice Chapman, mi profesora de pedagogía, la escuchase y nos diese su opinión. Tras terminar su aria, la escena se desarrolló más o menos así:


- Siento enorme felicidad, Janice, como si mi voz tuviese vida propia y me regalase estos momentos únicos e intensos. Tenía la sensación de que no era yo la que cantaba, de que mi voz era independiente de mí.


- Así es, le contestó Janice emocionada, con lágrimas en los ojos. Estás en la “zona”. Tu canto es verdaderamente de primerísimo orden. Como ves, nos tienes a los oyentes en tus manos, absolutamente absortos con tu canto. No siempre se tiene una experiencia así y sólo es posible porque dominas todas las tareas necesarias para cantar bien. LA VOZ TE CANTA A TI. Tú eres ahora el vehículo de la magia del compositor, del dramaturgo y de tu voz.


Incluso hoy, dando mis clases en línea, en condiciones técnicas no siempre óptimas, puedo sentirme emocionado con el canto de mis alumnos. No puedo remediar que se me erice la piel al recibir tanta belleza y emoción en esa voz que me llega a través de mi pantalla. Y no hay mejor regalo que ver la alegría en el rostro del cantante después de haber conseguido eso que lo hace más feliz que nada en la vida: cantar, y cantar bien, lo mejor posible.


En 2014 impartí (¡en alemán!) un taller de dos días al Coro de la Radio de Hamburgo (Norddeutscher Rundfunk Chor). Un año antes, al recibir la invitación, envié a los cantantes un cuestionario sobre sus inquietudes, y cuál no sería mi sorpresa al ver que la mayoría quería disfrutar y expresar más con su canto. El NRC tiene un funcionamiento ejemplar, desde su gestión hasta sus interpretaciones musicales: disciplinado, atento, afinado, etc., pero sus integrantes claramente deseaban ser más felices haciendo lo que hacían.


Esa respuesta me llevó a adentrarme más en la Psicología de la felicidad. Años antes había completado un postgrado de Psicología de la Música en la Universidad de Sheffield, justamente por mi deseo de entender mejor la experiencia de la música, tal como la vive el oyente y el intérprete. Encontré lo que buscaba en la teoría del "FLOW" (Flujo) o Experiencia Óptima. Así se llamó mi seminario: “Flow” in der Aufführung von Chormusik (Flow en la interpretación de la música coral) o “cómo ser más feliz y transmitirlo cantando música coral”.


La Teoría del “Flow” fue enunciada en 1975 por el psicólogo húngaro-estadounidense Mihaly Csikszentmihalyi (1934-) y es justamente lo que Janice Chapman llama “estar en la zona”: un estado en el que uno está totalmente inmerso en una actividad, perdiendo el sentido de conciencia de uno mismo, entregado a algo mayor que el individuo, en el que acción y sentidos se funden en algo único. Es además una acción que nos reporta una enorme felicidad. Según Csikszentmihalyi, estos son los factores necesarios para que fluyamos o exista "FLOW":


1. Objetivo u objetivos claros y precisos.


2. Retroalimentación (feedback) inmediata. Sabemos qué tal lo estamos haciendo en cada momento.


3. Nuestras habilidades, aptitudes y talento son acordes a las exigencias de nuestros retos.


4. Máxima concentración. Toda nuestra atención intelectual y sensorial está en la acción.


5. Desaparecen los otros problemas, los estímulos secundarios desaparecen de nuestra conciencia.


6. Es posible controlar nuestras acciones y triunfar en este reto.


7. Desaparece la conciencia normal de uno mismo. Experimentamos una sensación de ir más allá del ego personal, entregándonos a una experiencia mayor que el individuo.


8. La sensación de tiempo físico se altera. Algunos sienten que el tiempo se detiene, otros que se acelera.


9. Vivimos una experiencia autotélica, es decir, una actividad cuya finalidad no es más que la propia actividad, algo digno de vivirse por vivir esas sensaciones y emociones.


Reflexionando ya sobre el canto lírico, esto es justamente lo que más me interesa de un joven cantante: saber porqué canta, porqué quiere estudiar canto, cerciorarme de que esa persona sabe lo feliz que se puede ser cantando, y lo felices que puede hacer a los demás. La Teoría del FLOW claramente nos explica qué tipo de experiencia estamos sintiendo al sumergirnos en la música como cantantes, cuando además somos ya maestros de nuestras herramientas técnicas e interpretativas (porque para ser felices debemos sentirnos seguros, tal como nos explica la Psicología del Estrés). Esa felicidad es la que hace que merezca la pena tanto estudio, sacrifico y esfuerzo. Ese estado de gracia de un cantante en escena lo sentimos en el público: nuestras neuronas espejo, maestras de la empatía, nos regalan parte de esa felicidad que el gran cantante derrama sobre el escenario. ¿Qué hay más mágico que ver y escuchar a otro ser humano realizar algo tan difícil, profundo, bello y emocionante como cantar una gran escena operística o tocar una magnífica obra instrumental con naturalidad, valentía, emoción y gracia?


En ese camino hacia el dominio técnico e interpretativo que todo cantante emprende desde el principio, hoy en día la pedagogía vocal nos ofrece más herramientas que nunca. Ello se debe sin duda a la profundización en dos ramas del conocimiento: la Psicología de la Interpretación (hija de los estudios pioneros en la Psicología del Deporte, muy bien sintetizados por Barry Green en su utilísimo libro El juego interno de la música ) y en la Neurociencia Cognitiva. La interacción entre cuerpo y mente, entre intelecto, sensaciones y fisiología, jamás ha sido tan explorada como hoy en día, y está al alcance de todo joven estudiante de canto. Las disciplinas que nos adentran en la kinestesia (la percepción del movimiento), la propiocepción (sentido que nos informa de la posición de nuestro cuerpo), la palestesia (percepción de la vibración a través de los sólidos de nuestro cuerpo), la sinestesia (percepción de una misma sensación a través de distintos sentidos) ofrecen un mundo de posibilidades al cantante lírico a través de las disciplinas que las estudian: Técnica Alexander, Feldenkrais, BodyMapping, CoreSinging, Yoga, Pilates, etc. Adentrarse en ellas es caminar por el fascinante cosmos del cuerpo y la mente humanos, al servicio de la música y del teatro, con nosotros como vehículo a través de ese instrumento, sin duda el más mágico de todos: la voz.


Mtro. Carlos Aransay

Profesor de canto

Ciudad de México, a 29 de junio de 2020


Bibliografía

*Fluir: Una psicología de la Felicidad. Mihaly Csikszentmihalyi, Penguin Random House. 2016

*The Inner Game of Music. Barry Green. Pan MacMillan. 1986

*Singing and Teaching Singing. Janice Chapman. Plural Publishing. Tercera edición, 2017


**Fotografías de Jesús Gómez

 

Carlos Aransay

Ha dirigido el Coro Nacional de España, Coro de la RTVE, Coro de la Comunidad de Madrid, Coro de la Radio de Hamburgo, London Symphony Orchestra y Orquestas Nacionales de Perú, Costa Rica, Cuba, Uruguay, etc. Lleva más de 20 años impartiendo cursos vocales, corales y orquestales. Ha sido coach del Opera Studio de la Royal Opera House de Londres y como profesor de canto se desempeña en Europa y Latinoamérica, con alumnos en diferentes opera studios europeos. Es director artístico titular del Coro de Madrigalistas de Bellas Artes en México y  Director Musical del Concurso Internacional de Canto Ciudad de Trujillo, Perú. Estudió en la Escuela Superior de Canto y en el Real Conservatorio Superior de Madrid, y en el Royal College of Music de Londres.


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